Durante el año 1918, fallecieron en Hontoria del Pinar 47 personas, la mayoría probablemente, a consecuencia de la gripe española.
Fue llamada gripe española porque la pandemia recibió una mayor atención de la prensa en España que en el resto de Europa, ya que España no se vio involucrada en la 1ª Guerra Mundial y por tanto no censuró la información sobre la enfermedad.
Tras registrarse los primeros casos en Europa, al parecer en Francia, la gripe pasó a España, y fue uno de los países más afectados con cerca de 8 millones de personas infectadas en mayo de 1918 y alrededor de 300.000 muertes (a pesar de que las cifras oficiales redujeron las víctimas a «solo» 147.114 personas).
Aunque la Primera Guerra Mundial no causó la gripe, la cercanía de los cuarteles y los movimientos masivos de tropas ayudaron a su expansión. Los investigadores creen que los sistemas inmunológicos de los soldados se debilitaron por la tensión del combate y los ataques químicos, incrementando las probabilidades de contraer la enfermedad.
La elevada mortalidad supuso que la población de España tuviese un crecimiento neto negativo en 1918, hecho sólo repetido en el año 1936 a consecuencia de la Guerra Civil.
Es posible que la epidemia se introdujese en España a partir del tráfico de trabajadores españoles y portugueses que se desplazaban masivamente hacia a los campos franceses ya que la mayoría de sus hombres estaban en el frente.
Se produjeron muchos errores en el control inicial de la epidemia. Así, por ejemplo, se sabe que las autoridades españolas tardaron más de cinco meses en declarar formalmente la epidemia y los servicios de salud se vieron desbordados por el elevado número de casos.
La suspensión de actividades se hizo sin criterio, según los investigadores, ya que el curso escolar y el universitario se cancelaron pero otras actividades, como los servicios eclesiásticos o los teatros y cines, continuaron.
Muchos pueblos pequeños quedaron aislados y sin asistencia sanitaria al morir los médicos y no ser reemplazados. En otros casos, fueron estudiantes de medicina los que sustituyeron a esos facultativos.
Debido a la alta mortalidad, los servicios funerarios también se saturaron. El alcalde de Barcelona tuvo que pedir ayuda al ejército para transportar los ataúdes. Incluso se llegaron a modificar algunas leyes para facilitar el enterramiento lo antes posible y no dos o tres días después del funeral como estaba establecido según los cánones católicos. Incluso el toque de las campanas, como anuncio de un funeral, fue prohibido en algunos pueblos para evitar más pánico y desmoralización de sus habitantes. El gobernador civil de Soria, en circular de 4 de junio, ordenó que se reuniesen las Juntas municipales de Sanidad para adoptar medidas que evitaran la propagación de la epidemia (clausura de establecimientos insalubres; desaparición de aguas encharcadas y focos de inmundicia; limpieza de viviendas y lugares públicos; higiene personal…). Con respecto a los enfermos, recomendaba su “aislamiento y la desinfección de las viviendas, ropas y utensilios”, para prevenir la difusión de la enfermedad.
En 1918 reinaba en España Alfonso XIII y Eduardo Dato era su jefe de gobierno; ambos contrajeron la enfermedad junto a otros dos de sus ministros.
La epidemia en Hontoria.
En Hontoria era alcalde don Francisco Cámara Benito, farmacéutico titular y marido de doña Justa; párroco era don Cipriano Martínez y como medico ejercía don Bernardo Santos del Pecho, que contrajo la enfermedad y falleció el 20 de octubre a la edad de 28 años, su esposa doña Petra Cuesta Muñoz falleció siete días después.
La epidemia se cebó especialmente con los niños, murieron 24 del total de 47 personas fallecidas en ese año, muchos de ellos sin bautizar.
Fue muy cruel con algunas familias; especialmente con la del matrimonio formado por Nicolás de Miguel y Cayetana Sanz, el día 19 de octubre fallece su hija de 12 años Tomasa y el día 28 del mismo mes fallecen la madre y dos recién nacidos sin bautizar.
El mes de octubre fue el más letal (28 muertos), con días de tres fallecidos en el mismo día. Entrado el mes de diciembre no se producen más muertes; la epidemia termina con la llegada del frío y los hielos.
A continuación puedes consultar la lista de fallecidos junto con alguna gráfica de los mismos.
9 Comments
He encontrado muy interesante el reportaje de la Gripe Española en Hontoria del Pinar.
Me alegro de que te haya gustado; ese es uno de nuestros objetivos.
muy buena investigacion
Un reportaje interesante. Una cosa me ha llamado la atención, no hay ningún Rejas entre los fallecidos. Algo curioso, cuando la familia de mi abuelo materno era muy extensa. Y el nació con el siglo xx
Muy interesante toda la información
Mi enhorabuena Saló, por este interesante reportaje!!!
Murieron 47. ¿Cuántos habitantes había en total?
no lo se. pero calculo que sobre los 1.300.
No sé si ha quedado impreso porque se me ha cerrado sin terminar, mi agradecimiento por la investigación sobre Hontoria y la referencia a la misma Gripe en Rabanera en mi obra: ENCICLOPEDIA TEMÁTICA Y RABANERIENSE Libro I El MDIO Y LAS GENTES.. Capítulo XXV. 5. DEMOGRAFÍA. Páginas 249 a 252.